Ida y vuelta
He tenido la suerte de volver; volver al sur. Como dijo alguna vez Vicente Gerbasi, volver al "meridiano de la poesía", a este Chile natal, de pan amasado y dictaduras; a la tierra de mis padres y también a la mía, a esa que reencuentro a cada paso, algo difusa y distante, pero todavía presa del recuerdo. He vuelto a pisar el atlas delgado y largo donde acuden -convocadas por no se quién- todo tipo de voces, algunas que no quisiera ya oir, pero también hay voces nuevas que me llaman asomadas al viento, de pelo largo o de bigotes, desordenadas, locas, precipitándose al borde del tímpano.
Atrás, un montón de cosas. Algunas buenas, otras de angustia. He dicho adiós a una casa, a dos hermanos queridos y sus niños (mis niños); a un país lleno de amigos y de recuerdos que me traje anclados en alguna parte del corazón. De pronto se activan como aquella postal con sonido y relieve de formas que acuden con su alegría de mensajes justo en el momento en el que más les necesito. Adorada muchedumbre es imposible el olvido. Hoy tengo dos patrias; dos estampas. Doy gracias a las dos. Son parte de mí; de lo que soy, de lo que no me he podido desprender ni separar. Cierro un capítulo y voy abriéndome lentamente al paso de otro que se avecina.
31 años, largo viaje.
3 Comentarios:
Bievenida, siempre bievenida a tu país, al mio, estoy muy contenta de tenerte cerquita y salir a tomar café, copuchar y hablar sobre tus planes futuros. Fuerza, que todo va a salir bien, cariños y abrazos
gracias, piedrita. Abrazos igual para ti.
por fin, tu gato? apareció?
digo...gata?
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