domingo, agosto 10, 2008

...la vida en 5 minutos


Los cinco minutos lo pueden todo. De hecho hay una canción que habla de ese tiempo. Durante una conversación normal y silvestre alguien puede venir y robarte un beso en cualquier segundo de esos cinco largos minutos. Te quedarás temblando dentro del silencio que lo sucederá. Querrás prolongarlo, dejarte llevar por la elasticidad de la escena, de la cálida sorpresa, del hecho...punible. Allí es donde el juego comenzará a transformarse en una lenta agonía erótica. Desearás que no se acabe nunca. Y serás feliz en esos cinco minutos donde nada del mundo parecerá importarte. Hallarás que la vida y sus integrantes son mundos paralelos como si existieran totalmente separados de ti, de ese encuentro, porque ambos, en ese momento caerán en un limbo, un limbo amoroso donde cada gesto se convertirá en un signo, donde nadie querrá parpadear por miedo a que se termine todo. Quedar en ese estado para siempre. Poner en boca de otros las palabras que vuelan alrededor de aquella cercanía que sale de la respiración de los dos, del temblor de unas manos, de tus labios sorprendidos. Ese temblor que será el signo inequívoco de que algo grande vendrá después: la cachetada limpia, sonora y aplastante, o el otro beso -dado de buena gana- que sellará un nuevo pacto y el arribo seguro al minuto seis.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal