lunes, enero 02, 2006

Amnesia ® (de "Camouflage", Memoria entre prosa y poesía, Editorial La Casa Tomada, 2006)

Yo en casi todas las bocas estaba, y tú estuviste en todos los ojos que no me vieron. Eras, este inacabable amor, y la palabra incendio, que en boca de Neruda fluía de manera amorosa, en la nuestra –desesperada- se hizo doblemente roja. Y si ocurrió una desgracia fue por temor más que nada. No lo entendiste así. Te endilgué entonces la emergencia, y preferí quedarme callado, preso en la nostalgia, separado del mundo, de la gente y de lo más importante: de ti. Me fui acostumbrando a este olvido que siempre resultó tan incómodo y doloroso, y en donde me salían fantasmas a cada paso, en cada puerta, a cada rato, y todas las palabras dulces que usé de talismán no sirvieron de nada. Ningún poema exorciza. Ninguna poesía redime. Las horas resultaron tan grandes y largas que comencé a acampar entre ellas, a hacer pic-nics, a instalarme en ferias, y a organizar festivales con la nada de invitada. Todos dijeron que enloquecí. Me ataron de pies y manos y me llevaron arrastrando vestido de blanco entre gritos y golpes. Los choques eléctricos no pudieron conmigo, sólo lograron acallar mi protesta y volverme un atado de huesos insomnes. Pero me levanté un día y maté a unos cuantos a mi alrededor. Hoy me atrevo a llegar nuevamente. Regreso aquí de nuevo, a este peldaño para decirte todo aquello que no alcancé a pronunciar:

“No soy ningún misterio. La mentira que vivimos; la permanencia tuya declaran mi estancia en esta amnesia que me resisto a creer”

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