domingo, mayo 28, 2006

Las Casas de Neruda

Neruda habrá tenido tal vez muchas casas a lo largo de su vida consular y de exilio; pero la casa, la verdadera casa es donde está lo querido, es la parte de tu vida amorosa, donde están los recuerdos de todos los tiempos y la asombrosa e humilde maqueta del valle más idílico que te conecta enseguida con la tierra amada. Las tres casas de Neruda: La Chascona, La Sebastiana, e Isla Negra, son precisamente eso. Fueron para él como su poesía; como sus hijas silvestres. Actualmente se pueden visitar las tres. Convertidas en museos y patrimonio de Chile, contienen todos su cachivaches y recuerdos. En todas ellas se respira su aliento, y su espíritu, que se siente que navega libre por los cuartos y rincones, es presencia viva: silbidos que vienen de no sé donde, silencios y susurros que semejan el sonido del mar como un oleaje pequeñito y distante, igual si colocaras una caracola en tu oreja.


(Iré llenando este espacio con fotos y apuntes de mi viaje a Chile, realizado en estricta ruta nerudiana, en el pasado mes de septiembre de 2004... claro, a medida que el sitio y mis pocas dotes informáticas, así me lo permitan.